La evidencia demuestra que el logro en torno a implementar las políticas necesarias para una verdadera transformación, no ha sido ni tan sistemático ni tan profundo y estructural; cabe preguntar, ¿por qué Medellín sigue siendo unas de las ciudades mas inequitativas, desiguales y excluyentes?
Cuando las autoridades de Medellín hablan de “recuperar el centro” casi siempre se refieren, aparte del uso de la fuerza, a misiones de embellecimiento que no tienen en cuenta la ciudad que hay debajo.
Todos los grandes logros de Medellín, hoy de fama mundial (inesperadamente), han generado una extraña sensación de que ya llegamos, de que ya estamos “al otro lado”, de que ya salimos de esa profundidad inmensa de nuestros grandes males: violencias, inequidad, falta de oportunidades. Y no es así: apenas estamos en el momento en que debemos emprender las soluciones estructurales para enfrentarnos a esos tres grandes desafíos.