Jenny Giraldo García y Alejandro López Carmona
El calendario marcaba el año 1972 cuando 33 trabajadores del taller número 600 de la ensambladora Sofasa, dieron origen a lo que hoy conocemos como Confiar Cooperativa Financiera. Tras varios intentos por encender motores y echar a rodar la idea, apoyados en una petición de su pliego, con la respuesta positiva –aunque dilatada– de la empresa (que aportaría 5000 pesos) y con el respaldo del sindicato, finalmente apretaron tuercas para que Cootrasofasa fuera una realidad. Un nacimiento que, a pesar de las dificultades y tensiones, estuvo cargado de sueños, ilusiones y expectativas por aportar en la construcción de mejores condiciones de vida para los trabajadores de la empresa.
Gloria Ramírez, representante legal de Asovida
Desde que el sonido de las balas comenzó a retumbar en las calles y en las montañas de Granada, decidimos unirnos para decirle no a la guerra. Aunque no pronunciábamos ni una palabra, nuestro silencio decía mil cosas. No queríamos hacer parte de esa confrontación armada que desangró a nuestra comunidad.
No sabíamos qué hacer: dejar nuestro terruño o seguir adelante hasta donde la vida nos permitiera continuar. Lo más duro fue ver cómo la violencia se llevaba nuestros sueños de pueblo. Era muy doloroso ver que nuestros niños perdían su infancia por huir de una guerra que no pedimos, pero que llegó sin dar tregua. Unos 128 niños quedaron huérfanos.
Josep Mª Navarro Cantero y Mercè Zegrí Boada, Cooperativa La Fàbric@, sccl
En las últimas dos décadas, en Catalunya (Noreste de la península Ibérica), las percepciones al respecto de la conflictividad en el espacio público se han hecho más evidentes y manifiestas en la agenda de los “mass-media”, así como en las agendas institucionales, quizás, en muchas ocasiones, presionadas por influyentes medios de comunicación que han hecho de esas percepciones de conflictividad caballo de troya de propuestas y demandas relacionadas con proyectos ideológicos y políticos concretos.
Catalina Cruz Betancur
Para la Corporación Región la salida negociada del conflicto armado ha sido una de sus preocupaciones fundantes, por ello, desde su surgimiento, ha planteado la necesidad de avanzar en negociaciones que se concreten en propuestas viables, realistas, responsables con el país; y de manera especial, con quienes han sido víctimas de la confrontación armada; si bien el Acuerdo en sí mismos no trae la paz, ya ha posibilitado asuntos como poner en la agenda pública la necesidad de profundizar en la democracia desde el camino trazado en la Constitución de 1991 y reflexionar sobre los retos que implica la construcción de paz. Por lo anterior, y luego de que se hace público el proceso de negociación establecido entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP; la Corporación Región en el año 2015 plantea el proyecto:
Ana María Jaramillo
“Nací y crecí en el barrio El Bosque. En 1987, durante inicios de los 90, cuando apenas era un infante; el conflicto armado era demasiado fuerte. Recuerdo muy poco de mis primeros años de vida, pero aún en mi memoria están las noches en que mi familia entera se ocultaba debajo de las camas, en medio de las balaceras que retumbaban muy cerca, en la cancha del barrio. Cierto día, en medio de mis juegos en la acera de mi casa, empezó un enfrentamiento armado. Uno de los hombres implicados me cogió en sus brazos y me llevo hasta el resguardo de mi hogar. No recuerdo ese hombre y no se sí realmente viva aún, pero de verdad le agradezco su buena intención y su valor”.
Luz Amparo Sánchez Medina
El proyecto que compartimos hoy es el resultado de encuentros solidarios de organizaciones que, en sus saberes y haceres diferenciados, conservan la convicción en ese ideal que anuncia el epígrafe de Lederach y que nos insta día a día a contribuir a la formación de una cultura de paz en Medellín. Con este propósito se conforma la alianza interinstitucional entre la Corporación Región (Medellín, Colombia), la Fundación Desarrollo Comunitario (FDC, Cataluña), la Cooperativa Desarrollo Comunitario (Cataluña), la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB-Medellín, Colombia), la Secretaría de las Mujeres de Medellín (Alcaldía de Medellín), el colectivo internacional de jóvenes Imagine (seccional de Medellín), la Institución Educativa José Acevedo y Gómez (Medellín) y posteriormente, La Fábric@ (Cataluña).
A finales de los ochenta nació la Corporación Región. La oposición a cualquier expresión y justificación de lucha armada, la convicción de que la democracia tenía que ser ante todo una forma de vida, la disposición a relacionarnos no sólo con el Estado sino a aportar a su trasformación desde lo local, la intención de poner nuestra palabra en los medios masivos de comunicación y la decisión de ser un actor social y político con voz propia, fueron nuestros acuerdos fundantes. El acuerdo de paz firmado con algunos grupos guerrilleros y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, que emergían como una gran esperanza de paz y cambio, también marcaron nuestro devenir. Desde entonces la apuesta por la paz ha sido un eje central de nuestro accionar.
Hoy, como hace 27 años, consideramos que la salida negociada es la única vía posible para la terminación de la guerra. Nada justifica la continuidad de una confrontación militar que ha dejado millones de víctimas y ha causado el detrimento de asuntos esenciales a la democracia y el desarrollo, como la participación y la equidad.
El Nuevo Acuerdo logrado entre el Gobierno y las Farc significa la posibilidad del cese de la confrontación armada y el camino expedito para que la política tome el lugar que antes ocupaban las armas. Constituye una oportunidad no solo para llegar a la salida negociada del conflicto armado y para que la guerra que nos ha acompañado en las...
Rafael Grasa
Suele repetirse, con razón, que la paz que habrá que construir tras las la firma de los Acuerdos de La Habana, y tras el resultado del plebiscito del 2 de octubre, el eventual resultado positivo de un proceso de renegociación en marcha y de alguna fórmula de legitimación y recepción legal, deberá ser territorial y, sobre todo, contar con fuerte apoyo de las instituciones. Comparto eso, pero me permitirán que, a petición de los amigos y las amigas de Corporación Región sea heterodoxo: el reto institucional va mucho más allá de las instituciones formales. Veámoslo. Empezaré con una obviedad provocadora: las instituciones no son siempre organizaciones formales; de hecho, casi nunca son las organizaciones formales las más importantes de la vida institucional de una sociedad.
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