Opinión

Las nominaciones a la dirección del Centro Nacional de Memoria Histórica, en remplazo de Gonzalo Sánchez, dan cuenta de que la memoria es, para un sector de la sociedad, un nuevo campo de batalla. Postular personas sin idoneidad académica, con ánimos revanchistas que desconozcan el valor de lo construido, es hoy una amenaza real.

Publicado en Opinamos