Opinión

Miércoles, 08 Julio 2015 08:01

Parques del Río: apuntes para contribuir a un necesario debate ciudadano

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El proyecto Parques del Río es una intervención estratégica promovida por el municipio de Medellín, pero convertida en "hecho metropolitano" en 2013, mediante acuerdo metropolitano N° 22 de octubre 24 de 2013, lo cual provoca consideraciones y preguntas sobre el futuro de nuestro territorio, el modelo de ciudad y las formas de gestión del mismo.

El nuevo Plan de Ordenamiento Territorial dividió el corredor del río Aburrá en tres áreas de intervención estratégicas; en este marco, el proyecto de Parques del Río es uno de los macroproyectos fundamentales para articular el corredor del río y las zonas aledañas, estas últimas definidas como zonas de renovación urbana. Este tratamiento permite transformar y recuperar suelo para usos más rentables, dinamizando de esta manera la actividad inmobiliaria en el mejor suelo de la ciudad, configurándose una relación sinérgica entre el proyecto Parques del Río y los planes parciales de renovación urbana.

Estrictamente, Parques del Río se subdividió en ocho tramos. A la fecha se está ejecutando el primer tramo del proyecto, entre la calle Colombia a la altura de la Biblioteca Publica Piloto y la estación Industriales del Sistema Metro, en la calle 33, sobre el costado occidental de la autopista sur. El diseño de este tramo introduce una polémica adicional a la misma obra y su carácter por la construcción de una vía soterrada a nueve metros de profundidad debajo del Parque, con el argumento de mejorar las condiciones de movilidad de la ciudad, asunto que ha recibido réplicas por las dudas de que esta constituya una solución eficaz al grave problema de movilidad.

El proyecto impactará directamente 9 comunas, 47 barrios, 8 asentamientos subnormales y 8 áreas institucionales entre las que se cuentan 16 campus educativos y otras entidades públicas y privadas. La zona de influencia de esta intervención incluye los Planes Parciales de El Naranjal, Corazón de Jesús y Perpetuo Socorro. El costo de este tramo del proyecto es de 161.343 millones de pesos, provenientes de fondos públicos entregados por la Administración Municipal; mientras que el valor total del proyecto metropolitano se estima, en precios actuales, en 4.5 billones de pesos.

La propuesta de Alianza Público-Privada –APP– aparece como la fórmula para garantizar el desarrollo urbanístico de la ciudad sobre el corredor del río. Se anuncia la creación de la alianza MEI que integran la Alcaldía de Medellín, Empresas Públicas de Medellín (EPM) e Interconexión Eléctrica S. A. (ISA), lo que da cuenta de la dimensión de esta operación urbanística y de los intereses económicos que producirá.

Uno de los mecanismos que permite la participación del agente privado o de la alianza público-privada es el de los contratos de concesión para la construcción, explotación de una obra entregada para el servicio público y/o para la prestación del servicio; dentro de esta lógica se inscribe el macroproyecto mencionado, por ello se anunció el cobro de peajes que privatizarán el uso del sistema vial. Aún queda por conocer si se privatizará el espacio público producido y quién administrará este escenario y/o quién asumirá el costo de mantenimiento y administración, lo cual está en estudio en este momento, por parte de empresas contratadas en febrero de 2015.

Luego de las consideraciones anteriores quedan inquietudes e interrogantes como los que se enuncian a continuación:

• Los macroproyectos son de tal complejidad que requieren de su formulación como plan, con las normas que orientan las actuaciones urbanísticas. En este sentido, el POT propone las siguientes etapas: diagnóstico, formulación, participación democrática, información pública, adopción y formulación de instrumentos de planificación. Proceso que no se puede perder de vista en el corto plazo. El riesgo está en el fraccionamiento de los macroproyectos que obvie el proceso anterior, como la ejecución de la primera etapa de Parques del Río.

• Este macroproyecto se inscribe en las estrategias del modelo de ciudad de crecer hacia adentro, modificando planes como el plan especial de espacio público, el plan especial de protección patrimonial, el plan especial del centro, el plan estratégico habitacional, el plan de las redes de servicio público, entre otros instrumentos de gestión del territorio; planes de los que no se conocen propuestas o modificaciones o ajustes a esta nueva realidad.
• No se ha reglamentado de manera adecuada la política pública de protección a moradores, instrumento vital para este proceso de renovación urbanística para garantizar justicia social y territorial a los pobladores tradicionales de los territorios intervenidos.
• Las normas de ordenamiento ambiental del territorio son de mayor jerarquía con relación a las directrices metropolitanas y municipales, sin embargo en ninguna parte se relaciona el macroproyecto Parques del Río con el plan de ordenación y manejo de la cuenca del río Aburrá. Con este proyecto se intervienen, básicamente, los retiros del río con el objetivo de producir más vías, espacio público y paisajismo; pero sin intervenciones explícitas sobre el rio Aburrá.
• Si bien las directrices metropolitanas de ordenamiento territorial son vinculantes para los municipios del Valle de Aburrá, la toma de decisiones con respecto a Parques del Río –como hecho metropolitano– no fue consultado, comunicado o consensuado con la población de este territorio.
• Para la zona de intervención actual (sub-zona río centro) se calculan 169,54 hectáreas como predios de oportunidad para usos de vivienda y otros usos, lo que significa una gran densificación constructiva que cambiará el perfil urbanístico y ambiental de estos territorios, jalonados por una dinámica inmobiliaria que constituirán en la principal actividad económica de la ciudad.
• De continuar con este megaproyecto en los términos definidos por el actual POT, la ciudad del futuro será otra muy distinta a la que conocemos, habitada por otros pobladores con capacidad de pagar el costo de estos desarrollos urbanísticos. Se reciclará el espacio, se aumentarán las rentas del suelo y se cambiará de usos del suelo y de habitantes.
• Un proceso de renovación urbana tendría que estar acompañada de una política social de protección a moradores y de reasentamiento con dignidad y equidad.
Como Institución creemos que es importante que en la ciudad se abra un gran espacio de debate sobre este proyecto que, como vemos, compromete en buena medida el presente y el futuro no solo de la ciudad sino del Área Metropolitana. Esperamos con estas notas contribuir a esta reflexión.