Opinión

Miércoles, 26 Octubre 2016 14:54

¿Después del plebiscito qué?

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¿Después del plebiscito qué? Foto: Óscar Alarcón

Los momentos de incertidumbre suelen ser también propicios para el despliegue de nuevas ideas, la creatividad y el encuentro. ¡Hagamos del momento una oportunidad para dar un paso adelante!

Región comparte la percepción de que el momento que atravesamos después del plebiscito es uno de los más azarosos e inciertos de los que hayamos vivido. De ahí que sea imperativo un llamado a la reflexión, a la conversación, al diálogo sereno y argumentado, de tal modo que vayamos avanzando en los caminos para dilucidar lo que sigue. Y al mismo tiempo, continuar promoviendo la movilización ciudadana. Como se ha visto, estas han sido no solo muestra de la vitalidad de esta sociedad, sino la constatación de que una parte importante de ella sigue abogando por la paz, lo cual pasa por la negociación política del conflicto armado.

Según nuestro punto de vista, este nivel de incertidumbre se debe en buena medida a que nadie tenía Plan B. Ni el Gobierno, ni las Farc, ni los del Sí ni los del No. Después de los resultados la pregunta entonces parece obvia: ¿ahora qué? Desde diversos sectores se han expresado voces y propuestas; muchas de ellas, bajo el lema Acuerdos ya, piden continuidad y celeridad en la negociación de cara a la pronta implementación; otras, argumentando la cuestionable estrategia del Centro Democrático y otros sectores del No (basada en la mentira y el engaño) o las fallas en el proceso electoral (como el impedimento para ejercer el derecho a la votación por parte de un sector de la población afectado por los efectos del Huracán Matthew en la costa atlántica) han promovido la idea de desconocer los resultados del plebiscito y buscar diversas salidas jurídicas; otros más, especialmente un sector del Centro Democrático, plantean la necesidad de un nuevo acuerdo de principio a fin, sobre la base de un nuevo enfoque que replantee la columna vertebral del Acuerdo firmado: justicia transicional, desarrollo rural y participación política. El Gobierno, en buena hora, abrió una serie de consultas orientadas a conocer las objeciones sobre el acuerdo desde diferentes sectores que promovieron el No, pero también las reivindicaciones de sectores del Sí, con el fin de emprender un nuevo ciclo de negociación encaminado a fortalecer el acuerdo integrando algunas de estas propuestas.

Mientras ello ocurre en la mesa de negociaciones, creemos que un aporte de la sociedad civil y nuestro deber como institución será continuar con una labor pedagógica iniciada ya en torno a los contenidos de los acuerdos, que nos ayude a entender los debates, las objeciones a algunos de los temas y las alternativas. Lo anterior desde cinco postulados que consideramos básicos:

1) La existencia de un conflicto armado que no ha sido posible resolver mediante la confrontación bélica justifica seguir perseverando en una solución política. Aunque parezca obvio, se trata de una negociación entre dos partes, no de una rendición de alguna de ellas.

2) Los resultados del plebiscito y el espíritu de cuidar y preservar los procedimientos democráticos obligan a una revisión de los acuerdos.

3) Las posibles modificaciones deben partir de reconocer el trabajo ya adelantado, mantener en el centro los intereses y demandas de reparación, justicia y verdad de las víctimas, especialmente de las mujeres y grupos poblacionales y territorios que han sido afectados, y proteger las conquistas de derechos de ciudadanía consagradas ya en la Constitución.

4) No sólo los partidos deben ser escuchados; la ciudadanía, las organizaciones sociales, los movimientos sociales deben tener participación activa, evitando a toda costa el entendimiento de este proceso como un nuevo pacto de élites;

5) Si bien es esperable que se atiendan las objeciones y propuestas realizadas desde diferentes voces el resultado final quizás no deje totalmente satisfechos a todos los sectores. En este caso, debemos velar porque se actúe en el marco de la legalidad y el ordenamiento democrático y trabajar desde ya por un pacto básico de respeto y contienda democrática. Actuar con sensatez pensando en el bien común y la convivencia pacífica de nuestra nación.

De este modo, a partir de hoy y en el transcurso de las dos semanas siguientes, con el ánimo de contribuir a esta conversación ciudadana, vamos a compartir una serie de reflexiones aportadas por nuestro equipo de trabajo y socios y socias, relacionadas con temas como: la dimensión ética del debate, el papel de las comunicaciones y la pedagogía en este momento, los debates en torno al modelo de justicia, el enfoque de género, el papel de las comunidades y los territorios, los retos de la ciudadanía y la sociedad civil, entre otros.

Los momentos de incertidumbre suelen ser también propicios para el despliegue de nuevas ideas, la creatividad y el encuentro. A esto queremos contribuir. Esta es nuestra invitación: ¡Hagamos del momento una oportunidad para dar un paso adelante!