Por: Max Yuri Gil Ramírez
Sociólogo, Investigador y Socio de Corporación Región
1. La primera cosa que se debe resaltar es que por primera vez en 50 años, tenemos un proceso electoral en el que las FARC no es un actor armado, sino un partido político que al igual que los demás partidos colombianos, busca el respaldo electoral de la ciudadanía; este es un hecho sobresaliente que debemos reconocer y felicitar pues es un aporte a la construcción de un sistema político democrático en el país. Igualmente el cese al fuego decretado por el ELN fue cumplido a cabalidad y esto se traduce en que las elecciones de este domingo, han sido las más tranquilas por violencia electoral en las últimas décadas. Sin duda, a esto también contribuyó la declaratoria del Clan del Golfo de un cese de acciones militares durante las elecciones.
2. No obstante, hay que señalar los riesgos que representa para el ejercicio democrático y de cara a la primera vuelta presidencial, el desarrollo de acciones de violencia de diferente origen y expresión, que contribuyen a generar un ambiente de hostilidad que fácilmente puede terminar con atentados contra la vida de candidatos. Fue un verdadero milagro que la semana previa a las elecciones parlamentarias terminara sin víctimas, pues el ambiente de polarización y estigmatización que se ha vivido en el país en los últimos años se convierte en un potenciador de la violencia política y de la justificación de la eliminación del adversario.
3. En materia de garantías electorales seguimos con enormes atrasos, pues se han conocido graves denuncias sobre conductas que van en contra del ejercicio democrático, desde las tradicionales compras de votos y trasteo electoral, hasta otra más graves especialmente relacionadas con impedir o manipular la voluntad de los electores que buscaban participar en las consultas interpartidistas; es necesario que se establezcan un conjunto de correctivos a corto plazo para evitar este tipo de conductas en las próximas elecciones presidenciales. Así mismo, sigue siendo muy preocupante el alto porcentaje de abstención electoral que asciende a más del 50% tanto en Senado como en Cámara, el alto número de votos nulos (1.137.133 para Senado, y 1.651.743 para Cámara), y el significativo número de tarjetones no marcados (871.444 para Senado y 544.006 para Cámara).
4. Sin duda los dos candidatos ganadores de las consultas interpartidistas, Iván Duque con más de 4 millones de votos y Gustavo Petro con algo más de 2.800.000, acertaron al elegir este mecanismo para potenciar sus aspiraciones y claramente se ponen por delante en las intenciones de voto de cara a la primera vuelta presidencial. Adicionalmente, que el Centro Democrático haya obtenido más de 5.900.000 votos le pone en condiciones reales de ganar en primera vuelta las próximas elecciones presidenciales; y como ha sucedido en los últimos años, Antioquia puso más de 900.000 votos por la consulta de la derecha, constituyendo un importante componente de la votación total obtenida.
5. Los resultados de las listas al Congreso de Sergio Fajardo, Humberto de La Calle y hasta del mismo Gustavo Petro, indican que el Partido Liberal no se encuentra tan debilitado como se pensaba, en especial en su dimensión regional, que se expresa en su buen desempeño en la Cámara; además, es importante destacar que tanto el Polo como la lista de la Decencia hayan alcanzado el umbral, y el Partido Verde no solo lo haya alcanzado, sino que además haya aumentado su participación en el Senado y duplicado la votación del Polo. Sin embargo, sigue siendo muy dispersa y baja la votación de estas colectividades.
6. Los resultados del Centro Democrático y Cambio Radical, las dos primeras colectividades en votación, demuestra el poco impacto que tienen las denuncias sobre corrupción que involucran a ambas agrupaciones; aunque el Centro Democrático obtiene una votación muy similar a la del año 2014, este año pasa a ser la primera fuerza en el Senado, seguido por Cambio Radical, que se convierte en la segunda fuerza política en el Senado, y que juntos, suman el 30%. Este panorama deja al Partido de la U como uno de los grandes perdedores de esta elección, pues pasa de ser la primera colectividad en votos en 2014, a ser una fuerza secundaria en estas elecciones.
7. Con estos resultados, al menos en Senado, queda en evidencia que ninguna colectividad tiene la fuerza para ser hegemónica y que se deberá recurrir a las alianzas para obtener la gobernabilidad, aunque es evidente que hay una mayor fuerza de la centro derecha y que como ha ocurrido en el pasado, los congresistas son del partido del gobierno, lo cual fortalece las dinámicas de corrupción y clientelismo. Sumando los resultados del Partido Liberal, Verdes, Polo y Decentes, suman el 30% de la votación del Senado.
8. Los resultados de la FARC, partido político fruto del Acuerdo de Paz, obtienen un número muy bajo de votos, solo un poco más de 50.000. Más allá de los problemas y hostilidades para hacer política que han encontrado los reintegrados de la FARC para su estreno en la política legal, es claro que cuentan con un muy bajo respaldo ciudadano y que tendrán que hacer un esfuerzo muy grande para transformar su imagen y avanzar en su consolidación como fuerza política.
9. De cara a las próximas elecciones presidenciales la posibilidad para los tres candidatos mayoritarios de centro izquierda: De la Calle, Fajardo y Petro, es intentar una coalición antes de la primera vuelta para llegar unidos. De lo contrario, las posibilidades para Iván Duque de ganar en primera vuelta son bastante favorables. Y queda la pregunta de qué hará Germán Vargas Lleras, quien políticamente se ve desplazado de su lugar en la derecha por el alto volumen electoral de Iván Duque, y debe buscar un lugar político para capitalizar su buen desempeño en el Congreso, pero contando con la adversidad de enfrentar para crecer a Duque, pues sabe que no consigue votantes en la centro izquierda.