En la actualidad contamos con insumos claves para la elaboración de planes con un enfoque de género que deberían ser tomados en cuenta: los Objetivos de Desarrollo Sostenible –ODS–,que hablan de igualdad de género y reducción de la pobreza, el Plan Nacional de Desarrollo, que muestra algunas pautas que pueden permitir la correspondencia entre las agendas nacional y territoriales, de manera que las propuestas locales puedan articularse a otras más amplias. Y las propuestas que grupos y procesos participativos de las mujeres han elaborado de cara a los gobiernos local y departamental. Todos ellos deberían dar elementos para afinar el enfoque de género en estos planes, más allá de la declaración.
Antioquia
Lo que se consigna en un plan también se conjuga con las realidades y acciones políticas de los mandatarios. Lo que ha sucedido con el nombramiento de la Secretaria de las Mujeres de Antioquia, la falta de claridad sobre si se iba a crear o no esta dependencia, la itinerancia de las personas que han sido nombradas y la falta de respaldo en términos de la trayectoria en el trabajo con las mujeres, dejan mucho que desear sobre el lugar que efectivamente ocupará el tema de la equidad de las mujeres en esta administración.
En los fundamentos y principios del Plan de Desarrollo Antioquia Pensando en grande 2016–2019 vemos que se establecen los enfoques de derechos, poblacional, de equidad de género y territorial. En el tema especifico de las mujeres se reconocen asuntos claves que atentan contra los derechos de las mujeres y se plantean cinco programas hacia la educación para la igualdad de género: la transversalidad de género en los planes, programas y proyectos; la seguridad económica de las mujeres, la seguridad pública y la participación política y ciudadana. Aunque se reconocen importantes brechas de género y hay objetivos, indicadores de productos y metas establecidos, queda un gran interrogante por el presupuesto: ¿serán los 4.000 millones de pesos, aparte de los 1.086 millones que se destinan a gastos de funcionamiento (El Colombiano, 26 de febrero de 2016), suficientes para responder a los compromisos que desde el Plan de Desarrollo se adquieren? Es decir, la Secretaria de las Mujeres de Antioquia tendrá que acudir a grandes estrategias de gestión para completar su presupuesto y ojalá lograr las metas propuestas en cada uno de los campos mencionados anteriormente. ¿Será que el presupuesto del departamento tendrá sensibilidad al género?.
Medellín
Pasando al municipio, el Plan de Desarrollo Medellín cuenta con vos 2016-2019 tiene en sus fundamentos los enfoques de desarrollo así: enfoque poblacional, enfoque de género y enfoque territorial. En el enfoque de género se plantea una definición que consideramos, en principio, simplificadora del sentido de esta perspectiva: “entendemos que la ciudad requiere reconocer el papel de la mujer por medio de acciones concretas, eficaces y pertinentes, para desarrollar sus potencialidades”, con lo que el reconocimiento a las mujeres en su pluralidad y diversidad parece desconocerse Y esto en una ciudad en la que las mujeres son el 52.9%, de la población es preocupante.
En este sentido, el plan incluye aspectos relevantes pero no suficientes para las mujeres:
En la dimensión 2 del Plan, Recuperando la seguridad y la convivencia ciudadana, se hace alusión al programa Medellín segura para las mujeres y las niñas y se reconoce el interés en atender asuntos como la reducción de violencia sexual, incrementar la percepción de seguridad en las mujeres y mejorar su movilidad en el espacio público. Sin embargo, no se ve una articulación clara con las propuestas para la seguridad pública desde otras secretarías, pues los tres proyectos de este programa dependen únicamente de la Secretaría de las Mujeres. Aunque existe un Consejo de Seguridad Pública de las Mujeres de Medellín, no se incluyen formas específicas para prevenir, atender y promover la denuncia de las violencias contra las mujeres, tal y como lo indica Medellín cómo vamos en sus observaciones y recomendaciones al anteproyecto del Plan de Desarrollo 2016-2019. También es preocupante la falta de programas claros y con su respectivo presupuesto para las mujeres víctimas; se debe fortalecer, en prinicipio, la ruta de atención para esta población y, dentro de los programas para las víctimas del conflicto armado (ver editorial sobre el lugar de las víctimas en los Planes de Desarrollo), contemplar asuntos que permitan, específicamente, fortalecer la participación política de las mujeres, su seguridad económica y pública.
El otro tema preocupante es el de la asignación presupuestal. Cabe señalar que, lastimosamente, se ve que el presupuesto de la Secretaría de las Mujeres de Medellín va en decadencia; dicha Secretaría contará con 22 mil millones de pesos (menos de la mitad de lo asignado en la administración anterior); tal disminución afectará considerablemente la capacidad de respuesta a la gran demanda que existe hoy en la ciudad de materia de género y equidad para las mujeres.
Quizás por esto, la Mesa de Trabajo de Mujer de Medellín, que ha hecho una maratónica labor visibilizando las falencias y la falta de atención a las mujeres en el Plan ha sido enfática en decir que este Plan “es un retroceso para las mujeres” (Piedad Toro en entrevista a medios de comunicación).
En común
Pareciera entonces que, en común, estos planes se caracterizan por la falta de especificidad y concreción en los temas relacionados con la equidad de género, la poca relevancia frente a la prevención de los feminicidios y las transformaciones culturales necesarias para lograrlo y la falta de presupuesto para alcanzar todas las metas propuestas.
Ni la Gobernación ni la Alcaldía le ponen la cara a los feminicidios, un asunto que debería concitar la atención y llevar a acciones específicas para trabajar hacia una trasformación cultural y con acciones claras y contundentes para su prevención y para el trabajo con los potenciales agresores, no sólo para su efectiva judicialización –pues esta llega cuando ya el daño está hecho–, sino para la transformación de patrones culturales persistentes que permiten, e incluso incitan, el asesinato de mujeres; el proyecto Comunicación pública para el empoderamiento favorable a los derechos de las mujeres, contemplado en el programa Medellín segura para las mujeres y las niñas (Plan de Desarrollo Municipal) podría implementar estrategias que se encaminen hacia esa transformación, pensando, además, en un trabajo dirigido no sólo a las mujeres, sino a los hombres de todas las edades.
Revisando este panorama, las secretarías encargadas de los temas de equidad de género en Antioquia y en Medellín, y teniendo en cuenta los acumulados y los avances que se han dado en los últimos años en el reconocimiento de las demandas y los derechos de las mujeres, tienen cada vez más por hacer pero con menos presupuesto con lo cual queda en entredicho la voluntad política de los correspondientes gobernantes para darle el lugar que se merecen las mujeres.
Foto: Lina Betancur (Corporación Región). Marcha del 8 de marzo de 2016.