Por esta época las personas y organizaciones, casi sin pensarlo, miramos atrás para re-visar, ad-mirar y aprender de lo realizado en el año. Hecha la retrospectiva, Región tiene, con Violeta Parra en el trasfondo y el corazón en la mano, mucho que valorar y agradecer.
En primer lugar la presencia de Ramón Moncada, nuestro socio, compañero y amigo por más de 25 años, quien falleció hace pocas semanas. Su vida, compromiso y dedicación fueron pilares en la construcción de la Corporación Región, como proyecto ciudadano colectivo. Por su contribución, tuvimos mucho que decir y proponer en asuntos como la calidad de la educación, la innovación pedagógica, la Ciudad Educadora, el fortalecimiento del sector de las Organizaciones de la Sociedad Civil, entre otros temas. Desde su rol de empleado, coordinador, representante, director de organizaciones amigas, miembro activo del Foro Mundial de Educación y de juntas directivas, dejó huellas indelebles. Gracias Ramón por todo lo que le aportaste a esta casa, tu Región la querida, y gracias a la vida por la posibilidad de compartir el camino con vos.
Desde hace décadas, en las fiestas de fin de año de Región se entona una canción de origen brasilero que se hizo famosa en ese maravilloso ritmo latino que es la salsa, y cada diciembre, emocionados hasta la médula, nos sumamos a la voz amada de Héctor Lavoe: “… vivir, sin sentir vergüenza de vivir feliz, y aunque todos se opongan tratar de reír, yo sé que la calle está dura, pero ya cambiará, por eso nada impide que repita, que la vida es bonita y es bonita…” Este año desde la memoria y desde nuestros corazones, Ramón se unirá al coro, pues también en este 2022 habrá canto y canción.
En segundo lugar, agradecemos a la vida, esta vida que vivimos sin vergüenza de vivir felices, porque este año hemos consolidado un proceso de transformación institucional que nos ha permitido transitar de un período difícil de sostenibilidad a otro de renovación. Hoy en Región se resignifica nuestra capacidad de análisis crítico y actualizamos las propuestas para responder de manera pertinente a los problemas de la sociedad; las prioridades de la agenda han cambiado y han llegado personas con nuevas perspectivas y miradas. La igualdad de género, la lucha contra la pobreza y la desigualdad, el derecho a la ciudad y el territorio, y la lucha contra la corrupción, son preocupaciones centrales que se suman a las apuestas de siempre: la paz, la educación y la participación ciudadana.
Avanzar en este proceso de transformación ha exigido mucho esfuerzo y energía del equipo de trabajo, de socias y socios de la Corporación, del equipo directivo y de las amplísimas alianzas y redes de amigos y amigas que non han apoyado, se han solidarizado y nos han ayudado a llegar donde estamos. A cada quien, nuestro abrazo de reconocimiento. Gracias por creer en lo que somos y hacemos.
Hoy, como lo hacemos desde hace 33 años, nos comprometemos a dedicar en el año que viene, toda nuestra capacidad, conocimiento, recursos y energías para contribuir a que cada persona que habita esta ciudad, este país y este planeta, tengan los mejores medios a su alcance para realizar un proyecto de vida valioso para sí y para su entorno. ¡Nuestra gratitud y solidaridad a cada una y cada uno de los seres que contribuyen en todos lados a esta labor!
Que en el 2023 sea posible construir una sociedad más justa, más democrática y en paz. Que todos y todas tengamos una buena vida.