Pensar en los retos que tiene la ciudad con los territorios populares autoconstruidos es empezar a ocuparse del mejoramiento de la calidad de vida de quienes más lo necesitan.
...es nuestra tarea informarnos, contrastar propuestas, verificar la experiencia, analizar los apoyos políticos y económicos que acompañan cada candidatura, exigir respuestas estructuradas y realistas a las problemáticas más graves de nuestros territorios, y validar programas, proyectos y políticas que realmente respondan a las necesidades de los municipios.
Deberíamos desde la sociedad civil, con un gran liderazgo de las ONGs, convocar a un pacto regional, ojalá nacional, contra el crimen organizado. Un acuerdo de supervivencia como sociedad, por el respeto a la vida y a la diferencia, y por la integración social.
Estamos ante una realidad pasmosa que representa enormes peligros: hoy se lanzan a las corporaciones públicas quienes tienen dicha aspiración como una meta personal y poseen además, los recursos económicos para ello. ¡Grave!
Medellín y Antioquia se encuentran en un penoso retroceso frente a la medición de indicadores de transparencia, contratación, prevención de la corrupción y rendición de cuentas.
Una revisión al enfoque de género en los planes de desarrollo departamental y municipal deja la sensación de que, aunque este se nombra y se define de manera global, al momento de mirar programas y proyectos específicos, no está tan claro hacia donde caminan los gobiernos en esta materia. Tampoco los presupuestos asignados dejan ver que se trate de un tema relevante para Gobernación y Alcaldía.
Pasadas las elecciones de autoridades locales, desarrolladas el 25 de octubre anterior, es necesario extraer lecciones de lo que ocurrió e identificar los retos para actuar de cara a los procesos políticos futuros de nuestra nación. En este sentido, se pueden establecer los siguientes elementos: