Es momento de unirnos como sociedad y hacer hoy lo que no hicimos en el pasado: exigir que se detenga la guerra y sumarnos a la construcción de una Paz Grande que llegue a todos los rincones del país.
Región está comprometida con la construcción de la paz y seguirá aportando sus recursos y capacidades institucionales para apoyar las distintas tareas que esta implica. Nuestra invitación para toda la ciudadanía es a hacer de la paz una meta nacional.
La Paz Total está en borrador y propone un camino escarpado y hasta ahora inexplorado; sin embargo, es necesaria... Estamos ante un horizonte por construir para que algún día lleguemos a ser realmente una potencia mundial de la vida y de la paz.
Para la Corporación Región, la Paz es un propósito vigente y queremos llamar a todas las personas, comunidades, movimientos y organizaciones, a mantener y avivar la esperanza para retomar el espíritu del Acuerdo, pues seguimos creyendo que ofrece vías de transformación democrática para toda la sociedad.
Unidad de Búsqueda se compromete a agilizar acciones para buscar a 34 personas desaparecidas en el oriente antioqueño entre 2000 y 2009.
La transparencia y la promoción del control social de los bienes públicos, están entre nuestros valores, no solo para exigirlos a otros, sino también, para aplicarlos en nuestra organización; por eso cada año presentamos nuestro Balance Social y lo acompañamos de estrategias comunicativas que faciliten una amplia comprensión de nuestra actuación institucional.
Respaldar la institucionalidad de paz, la expresión más fidedigna del deseo de quienes por años padecieron el conflicto, es la manera en que, siguiendo con la etimología, podremos soldar y consolidar, en el sentido de “cerrar una herida”, para transformar lo vivido.
Es necesario volver a sentarnos a la mesa, mirarnos a los ojos, reconocernos diversos y dejar circular la palabra y el argumento desde un profundo respeto por la diferencia.
Es hora de pronunciarnos contra la ausencia de todas las personas a las que la guerra les ha arrebatado su identidad y, como sociedad, es el momento de exigir su derecho a ser buscadas. Es tiempo de hacer que la dignidad, la solidaridad y la búsqueda sean un clamor de toda la ciudadanía.
...la verdad nos interpela pues finalmente hay preguntas muy hondas por responder: por qué como sociedad, permitimos que esta guerra sucediera; por qué guardamos silencio frente al sufrimiento, las pérdidas y el despojo de millones de personas; por qué la institucionalidad y el Estado de un régimen democrático faltó a lo esencial: la protección de su ciudadanía.